Comienza recordando cómo en 1700 vivían en la ciudad alrededor de 3 mil personas y cómo hasta el año 1850 las calles se distinguían por los nombres de las “familias acaudaladas que allí residían”.

La asesoría y revisión documental histórica de ambos compendios estuvo a cargo del arqueólogo Gonzalo Ampuero y las imágenes visuales a cargo de un destacado grupo de profesionales de la fotografía y colaboradores, como Paula García; Cristian Hip, Liza Retamal y Roberto Orellana, todo bajo la edición fotográfica de Alejandro Mendoza.