Lejos del bullicio de las ciudades, son muchos los que piensan que la vida en los pueblos es más apacible y acorde con la naturaleza. Este relato de Víctor Zeballos no se aparta de ese pensamiento cuando narra emotivamente sobre un rinconcito iglesiano próximo a la Cordillera de los Andes que los tiempos han ido modificando, como así también, sus propias vivencias.