El vicegobernador de la provincia de San Juan en ejercicio del Poder Ejecutivo, Sergio Uñac presidió, en la “Sala de Vicegobernadores” de la Legislatura provincial, el acto de rememoración de las víctimas fallecidas en el atentado a la sede de la Asociación Mutual de Israelitas Argentina (AMIA) el 18 de Julio de 1994. 

Estuvieron presentes los ministros de Gobierno, Adrián Cuevas; de Educación, Alicia García; de Turismo y Cultura, Dante Elizondo; los legisladores provinciales encabezados por la vicepresidente segunda de la Cámara de Diputados, Lucía Sanchez; el secretario de Gobierno y Justicia, Juan Romero; la secretaria de Relaciones Institucionales, Elena Peletier; la secretaria de Educación provincial, Miriam Moretta; el cura Párroco de la Iglesia Catedral “San Juan Bautista”, Presbítero Rómulo Cámpora; el presidente de la Sociedad Israelita de Beneficiencia de San Juan, Leonardo Siere; el vicecónsul de Italia, Aldo Manini; la rectora de la Universidad Católica de Cuyo, Isabel Larrauri; el director de Culto de la Sociedad Israelita, Javier Liwsky; representantes de Fuerzas Armadas y de seguridad; autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo; y público en general.

El acto comenzó con la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino. Seguidamente, Gustavo Antúnez acompañado de sus familiares, encendieron una vela en memoria de su sobrino Jorge Antúnez, sanjuanino fallecido en el atentado de la AMIA, y de las demás victimas. Luego todos los presentes hicieron un minuto de silencio, y a continuación se proyectó un video con fotografías para recordar a los ochenta y cinco fallecidos.

Más tarde el Padre Rómulo Cámpora, Javier Liwsky y Sabrina Sabeti, representante de la Comunidad Bahai, realizaron un momento de oración y reflexión con los presentes acerca de este acontecimiento que derramó las lágrimas de todos los argentinos.

Enseguida pasó a conformarse la mesa de autoridades y el primero en hablar fue Gustavo Antúnez, quien recordó la vida de su sobrino, los proyectos y sueños que tenía cuando, con tan solo dieciocho años, se fue a vivir a Buenos Aires. 

En segundo lugar habló Leonardo Siere: “nosotros tenemos el compromiso de la memoria y de exigir justicia en forma permanente, como institución debemos hacer que se encuentren los culpables a nivel local como internacional”. 

Finalmente el vicegobernador Uñac se dirigió a los presentes y sostuvo que “el atentado a la AMIA fue el mayor ataque terrorista ocurrido en la Argentina, en toda su historia, dejando ochenta y cinco víctimas y más de trescientos heridos. Pero este no fue su único saldo, se abrió una herida en la sociedad argentina que aún no hemos logrado cerrar, hasta tanto no se haga justicia”.
Acto seguido explicó que “los actos terroristas producen un efecto de derrota psicológica en la sociedad que se ve desprotegida ante este tipo de ataques, erosiona la convivencia social, porque ante el anonimato del atacante se vulnera el tan ansiado estado de derecho en el cual todos pretendemos vivir. También quita libertades a los ciudadanos porque los Estados reaccionan quizás extremando medidas, y esto de alguna manera altera el orden de las libertades que cada uno de los ciudadanos se merece”.

Luego agregó que “el terror como forma, como método, como accionar político e ideológico no sólo es la más vil y cobarde de las formas sino también la más repudiable. Quien se esconde en el anonimato y alienta conductas suicidas en sus seguidores no merece más que el repudio de toda la humanidad”. 

Más tarde Uñac agradeció a la comunidad Israelita por elegir a la Legislatura para realizar este encuentro y dijo al respecto “la legislatura es un espacio de la palabra para expresar ideas, apoyar, disentir, oponerse o acompañar también. Nosotros con los diputados, trazamos la noble misión de abrir las puertas de la Cámara de Diputados, para que este sea el lugar desde donde se escuche los reclamos de la sociedad"

Y por último sostuvo que “creo que en la mañana de hoy, a veinte años de ese fatídico atentado y a treinta años de la vuelta ininterrumpida de la democracia, debemos renovar el compromiso de no descansar por las víctimas que nos dejaron esa mañana, la mañana en que fueron arrebatadas las ilusiones de quienes se fueron y de quienes quedamos, seamos o no familiares de los fallecidos. Sus vidas fueron arrebatadas por quienes no usan la palabra como mecanismo para resolver los problemas, los conflictos, las diferencias que de hecho como sociedad podemos tenerlas, pero que las debemos superar usando el diálogo y el consenso desde el disenso para alcanzar lo que nos sirve como sociedad”. 

“Hoy nos queda mirar hacia adelante, con memoria de nuestro pasado, y con la convicción de que el diálogo es el medio y la justicia la condición para la paz en el mundo” concluyó el vicegobernador.