Mario Contreras

En el marco del “Día del Empleado Legislativo”, a conmemorarse el 6 de julio de cada año, los empleados legislativos asistieron juntos al vicegobernador Marcelo Lima, a la ceremonia religiosa oficiada por el cura Rómulo Cámpora. La cita fue cumplida en la sala de Vicegobernadores.  

Participaron también, el secretario Legislativo, Mario Herrero; la secretaria Administrativa, Fernanda Paredes; y diputados provinciales.

Durante la misa, el padre Rómulo expresó “doy gracias a Dios por este privilegio de poder celebrar la Santa Misa acá, nada más ni nada menos, que en el santuario de la ley. Santuario del cual dependen tantas cosas hermosas de nuestras vidas y tantas expectativas de nuestro pueblo. Tal vez ustedes no se den cuenta pero de todos los oficios que existen en el orden civil, y dentro del orden religioso, el de ustedes es muy importante porque están ahí codo a codo con el tratamiento de muchas leyes que ayudan a la mejor calidad de vida espiritual, moral, física, de salud de nuestro pueblo”.

Luego, señaló que “en estos tiempos revueltos, en donde los valores se ven como lejanos a toda propuesta de gobierno, de expansión, de crecimiento, el haber hecho un alto para pedirle a Dios sabiduría, fortaleza, entendimiento en este camino de ser servidor legislativo es muy importante. Cuando uno toma ese camino de servicio va dignificando lo que hace. No es el cargo lo que me da a mí una dignidad; sino mi conducta y principios de amor, es mi entrega la que le da dignidad al cargo. Y esto es precisamente lo que ataca el demonio en una función de servicio, nos hace perder la dignidad.  Y uno pierde la dignidad cuando en el corazón no es el amor y la verdad lo que regula nuestras acciones”.  

Seguidamente, indicó que “la actitud de servicio es muy distinta a la actitud del servilismo, porque muchas veces se confunde, y entonces ahí viene lo que nosotros decimos la falsedad. Se es servil cuando se va detrás de cosas que nos degradan como personas, puestos, poder, ambición, se es servil cuando se manipula al otro o cuando uno se deja manipular o tratar de cualquier cosa con tal de permanecer atornillado en una postura.  Esto es muy importante que ustedes lo tengan presente porque tiene que ver con la dignidad”.  

“Todos los que están acá, y los que formamos parte de un servicio del pueblo de San Juan tenemos que entender que en la medida que ponemos amor, es cuando las cosas se logran. Todos los que están acá son una pieza clave para todos los que están afuera. Por eso, entre ustedes nunca permitan que entre la murmuración, la crítica, la descalificación, porque todos vamos tirando el mismo carro. Y todas nuestras fuerzas son necesarias, los jóvenes, los mayores, todos hacemos el trabajo de la sociedad, cada uno a su puesto. Es impensable una sociedad en la desunión, en el enfrentamiento. La diversidad de pensamiento en la vida legislativa debe ir unida siempre hacia un punto que es el bien de todos. Por eso, si el señor, en su providencia, ha querido que yo trabaje, que esté al servicio del bien de todos, nos da todos los elementos para hacerlo. No pierdan entre ustedes el espíritu de compañerismo”, concluyó su mensaje hacia los empleados legislativos el padre Cámpora.

Cabe recordar que la celebración de este día tiene su origen en homenaje al primer Congreso Nacional de Empleados Legislativos realizado en la Ciudad de Salta, el 6 de julio de 1960. En 1992, por resolución nº 33 de la Cámara de Diputados de San Juan quedó establecido el 6 de julio como “Día del empleado legislativo”.

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