La sede de la Cámara de Diputados de San Juan apareció desde este jueves iluminada de color rojo para concienciar acerca del Día Mundial de la lucha contra el SIDA, declarado como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS),  y celebrado por primera vez en todo el mundo el día 1 de diciembre de 1988.

De acuerdo con la organización internacional ONUSIDA, en el mundo viven con el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) unos 36,7 millones de personas (2016); por otra parte, unos 20,9 millones de personas viven con el VIH bajo tratamiento antiretrovírico (julio de 2017) y hay 1,8 millones de nuevas infecciones.

Por otra parte, conforme lo informa el Ministerio de Salud de la Nación, el VIH significa: Virus de Inmunodeficiencia Humana, que afecta las células inmunitarias, encargadas de protegernos de las enfermedades.

Cada vez más personas con VIH pueden no desarrollar SIDA. Hoy en día, incluso habiendo tenido SIDA, se pueden recuperar las defensas y llevar adelante una vida normal teniendo VIH gracias a la eficacia de los medicamentos.

El tratamiento no cura la infección pero hace que el virus se multiplique más lento y, por lo tanto, no destruya las defensas del cuerpo.

Diferencias entre VIH y SIDA

Según señala el Ministerio de Salud de la Nación, no es lo mismo tener VIH que tener SIDA.

En  tal sentido, SIDA significa: Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida y es la etapa avanzada de la infección causada por el VIH.

El síndrome (conjunto de síntomas) aparece cuando el VIH debilita las defensas del cuerpo. Esta situación predispone a las personas a desarrollar las enfermedades oportunistas, aprovechando la caída de las defensas.

Las enfermedades oportunistas son infecciones o tumores que se desarrollan en el contexto de un sistema inmunológico deteriorado.

Las principales infecciones oportunistas relacionadas con el sida se pueden agrupar en parásitos, hongos, bacterias, y virus.