Reconocimiento a los primeros sanjuaninos que salvaron vidas por donar médula ósea.
Mario Contreras

El vicegobernador Marcelo Lima acompañó al titular del Poder Ejecutivo, Sergio Uñac, a la entrega de reconocimiento a los primeros sanjuaninos que donaron médula ósea, llevada a cabo en la sala “Eloy Camus” de Casa de Gobierno. 

Asistieron del Ministerio de Salud Pública, el ministro Castor Sánchez; el secretario Técnico, Roberto Correa; el secretario de Coordinación Administrativa Financiera, Juan José López; el secretario de Planificación y Control de Gestión Sanitaria, Alejandro Yesurón; el subsecretario de Medicina Preventiva, Matías Espejo; y el jefe del Instituto Provincial de Hemoterapia (IPHEM), Alfredo Laplagne.

Tras la distinción efectuada a los donantes, el director del IPHEM comentó que “hemos querido reconocer a las dos primeras personas que han donado médula, que están inscriptas en el registro de donantes de San Juan y que fueron elegidas para donar médula por una compatibilidad”.

Acto seguido explicó que “la idea es fomentar esto porque tenemos novecientas treinta personas únicamente anotadas en el registro de donantes de médula en San Juan, lo cual es un número muy bajo, y dentro de ese total ya tenemos dos personas que han realizado su donación. Necesitamos que los sanjuaninos se acerquen, que sean solidarios, que piensen en el prójimo. Nos hacen falta más donantes de médula”.

Luego Laplagne explicó que el procedimiento para donar médula es sencillo y es realizado en el IPHEM, donde las personas pueden acercarse con su documento de identidad, donar una unidad de sangre y registrarse para donar médula. El Instituto Provincial de Hemoterapia envía a Buenos Aires la muestra de sangre para que puedan hacerse los estudios del código genético del donante, a fin de evaluar la compatibilidad con los posibles receptores.

Seguidamente aclaró que “si hay una persona que necesita médula, que puede ser de este país o de otro país porque estamos relacionados con los bancos de médula del mundo, se le llama al donante y se le vuelve a preguntar si quiere donar. En todo momento el donante tiene la última palabra y puede retractarse cuando él quiera. Para ello se lo instruye nuevamente, el donante elige por cual método donar y viajan a Buenos Aires a concretar esta acción solidaria”.

Por último, Alfredo Laplagne  señaló que “hay dos formas de donar, una que es la tradicional en donde la persona es anestesiada y se le realizan múltiples punciones en algunos huesos donde está la médula ósea. Y la otra forma, es conectarse a una máquina donde el donante está viendo televisión dos horas, con una aguja en su brazo, y se van separando de su sangre solamente las células madres y el resto se devuelve. Al finalizar el procedimiento, en ambos métodos, el donante vuelve a hacer su vida normal sin ningún problema. Se puede donar todas las veces que sean necesarios, el tema es ser compatible. Ya ser compatible en una vida, una vez, es un regalo”. 

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