La Cámara de Diputados de San Juan cumple 32 años de funcionamiento en el actual edificio que fue reformado para tal fin el 24 de noviembre de 1984. Antes la sede del Poder Legislativo estaba situada debajo de las tribunas del Estadio Abierto Aldo Cantoni, en calle Urquiza entre San Luis y 25 de Mayo, donde operó desde 1946.
La construcción del edificio fue realizada a partir de la segunda mitad de la década de 1940, con la finalidad de brindar un espacio de servicio hotelero. El autor del diseño, con una fachada similar a la de un barco, fue el arquitecto Ernesto Puppo (Italiano, 1904/1987), uno de los más destacados introductores en Argentina, Uruguay y España del lenguaje de las vanguardias posteriores a 1930.
En primer lugar fue denominado Hotel Eva Perón. Luego de los sucesos ocurridos en septiembre de 1955, el nombre fue cambiado a Hotel Provincial de Turismo.
Con posterioridad cumplió funciones de residencia universitaria, al encontrarse muy próximo a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo. Más tarde fue parte de la cadena privada de hoteles Sussex, que caducó el 23 de noviembre de 1977. Su vida útil fue interrumpida a causa de los daños causados por el terremoto del año antes mencionado, que tuvo su epicentro en las Sierras de Pie de Palo, departamento Caucete y consecuentemente fue abandonado.
Tras la recuperación de la democracia en 1983, el gobierno tomó la decisión de trasladar la Cámara de Diputados a un lugar destacado para su funcionamiento. Fue así que a principios de 1984, comenzaron las obras de refacción del hotel abandonado y su adecuación a los requerimientos que debe tener un edificio del Poder Legislativo. La inauguración fue llevada a cabo el 24 de noviembre de 1984.
La ochava
El relieve de la ochava del edificio, ubicada en la esquina de Las Heras y avenida Libertador General San Martín, fue realizado en 1952 por el artista plástico uruguayo Miguel Ángel Sugo (1902/2013), quien además es autor de la Estatua de Juan Jufré (plaza de Concepción), frontis de la Basílica de los Desamparados, la estatua de Federico Cantoni y de los sapos de bronce que decoran la fuente de la Plaza 25 de Mayo.
La escultura fue realizada en terracota y ocupa aproximadamente 38 metros cuadrados, con 7,5 metros de altura por 4.2 metros de ancho. Un mural cerámico de esas características supuso la resolución de problemas técnicos de gran envergadura tales la división en partes (niveles inferior, medio y superior), como la colocación en una superficie curva.
La utilización de una figura heráldica en la ochava es una solución estético-significativa que posee una larga tradición, como la que contiene la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El escudo remata con un ave fénix, que simboliza la reconstrucción de San Juan tras el terremoto ocurrido en 1944.
Más allá de la composición como un escudo se trata de un gran friso narrativo que mantiene parentescos estéticos e ideológicos con la decoración del Monumento al Fundador.
Se podría sostener que el mural de la Legislatura es una alegoría que continúa con el relato presente en el complejo alusivo a la fundación de San Juan; en el que se rescata el origen indígena, la llegada de los conquistadores y el mestizaje.
Estos elementos ocupan la franja inferior, incorporando la contraposición del guanaco y el caballo.
En el nivel medio se plantea la Independencia y las bases de la riqueza: la labranza y la fundición del oro. También se incorpora la matriz biológica de español y su unión con los Huarpes.
La franja superior la ocupa la alusión al sismo, la reconstrucción de la Ciudad y un sol naciente que anticipa la apertura del futuro. El mensaje claramente optimista está dirigido a una comunidad que había sido duramente castigada pero que había decidido recomenzar en la tierra de sus padres.