El Fondo Editorial de la Cámara de Diputados presentó en Calingasta en forma conjunta con el municipio, la Colección Ofelia Zúccoli Fidanza, una reedición de la obra y un libro nuevo con poemas de esta poeta sanjuanina nacida en este departamento.
La presentación tuvo lugar en el Paseo La Calle, en la localidad de Tamberías y en la ocasión el intendente municipal Jorge Castañeda recibió a la legisladora Fernanda Paredes, titular de la comisión de Educación; el director de Relaciones con la Comunidad, Ubaldo Hidalgo; Laura González Fidanza, familiar de la autora; representantes del Fondo Editorial; funcionarios municipales, invitados especiales y público en general.
Uno de los puntos principales es que la obra de Ofelia Zúccoli Fidanza estaba agotada en todas sus ediciones y su obra trascendió la literatura pero era imposible acceder a su legado por la carencia de libros impresos.
A partir de un trabajo que permitió encontrar a los herederos, éstos cedieron los derechos de autor y así fue posible la reedición de sus obras y la impresión.
La vida de Ofelia Zúccoli Fidanza
Nació el 1 de abril de 1913 en Calingasta, donde vivió hasta los 17 años, cuando partió para seguir sus estudios en Buenos Aires. Fue en el barrio Boedo, en Capital Federal, donde Ofelia constituyó su vida y tuvo a sus tres hijos.
Fue discípula de Alfonsina Storni, Rafael Jijena Sánchez y Arturo Capdevilla en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación.
Llegó a ser presidenta de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la sociedad fundada por su maestra. De su viaje por América nació su primer libro de poemas: “Llegando al camino”, que fuera editado en Chile.
Es autora de canciones emblemáticas tales como “Ya viene soplando el Zonda”, “Madre yuyera”, “Canción para Quinquela Martín” y “Pobrecita la Deolinda”, musicalizadas por Hermes Vieyra e interpretadas por cantores populares como Antonio Tormo, Julia Elena Dávalos y José Larralde, entre otros.
Fue autora de ocho libros de poemas: “Llegando al Camino” (1936), “Estas coplas de mujer” (1946), “Lecho de Tierra” (1948), “Pasión de viña” (1953), “Lagar de mi sangre” (1961), “Digo su nombre, Calingasta” (1974), “Rostro de tierra” (1981) y “Corazón encendido” (1986).
En su paso por el periodismo, ganó premios y fue una de las fundadoras de Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (APTRA). Así también, cumplió su sueño de ver editada una antología de Ricardo Molinari, su segundo marido.
Como periodista, colaboró en La Prensa (CGT), Clarín, Correo de la Tarde, Nosotros (junto a León Benarós, Juan Carlos Velázquez y Emma Felce) y en la revista Folklore.
Una de las obras de Ofelia Zúccoli Fidanza que permanece hasta la actualidad tiene que ver con las letras pero desde otro lugar, ya que fue una enérgica gestora para la creación de "El Jardín de los Poetas", el paseo ubicado en el departamento Rivadavia, caracterizado no tan sólo por la formación del Escudo Nacional (que puede observarse desde el aire), sino por las esculturas que presenta. En este sentido, El Jardín de los Poetas fue inaugurado el 11 de abril de 1958 y declarado Monumento Histórico Artístico.
En virtud que en esos años el gobierno era de facto, la escritora gestionó las esculturas existentes entre sus amigos artistas y así fue que el artista plástico Benito Quinquela Martín abonó todos los gastos derivados del traslado a San Juan y la Dirección de Parques y Paseos seleccionó los lugares donde emplazaron los primeros bustos, obra que fue completada luego por el artista Federico Blanco.