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Sólo se puede hacer una antología como ésta si tenemos un poeta con tal trabajo escritural, también tiene que ha-ber una editorial dispuesta, y además, es imprescindible una política cultural con un fondo que respalde económicamente el trabajo; y sólo se puede homenajear a un poeta si existe una comunidad consiente que reconozca a sus escritores. El análisis realizado en el prólogo consta de cinco partes: códigos en la poesía de Mario Ramos, el lenguaje en su poesía, lo femenino, la protesta social y la utopía, la profundidad filosófica y sus interrogantes.
Es un libro arriesgado, que se expone y que logra salir con bien de la verdadera aventura que significa escribirlo y proponerlo al lector. Como un nuevo "Altazor" (personaje), este "Abisal" (personaje), manchado por la sociedad contemporánea, impuro, no mesiánico, explora, en un viaje por los infiernos, el mundo que lo abisma y lo acon-goja “preparándose para morir”… Pareciera que todo nos habla de muerte, que las señales de finitud, de cercanía a un “frío país” se tiñen del negro de los desaparecidos y de los marginados donde Dios no existe y la esperanza, desde el fondo del mar, parece imposible.
De viaje van diez cuerpos textuales con la maleta cargada de pensamientos, vigor expresivo y verdad, dispuestos a recorrer las geografías interiores de numerosos lectores por medio de la poesía y el cuento. Ambas estructuras literarias se encuentran emparentadas en su emoción creativa original, una encarnando lo poético, otra lo narrativo, para conformar una antología sujeta a convicciones emancipadoras del lenguaje, navegando por un experimental mar en movimiento, desde el territorio emergente hacia la búsqueda literaria pura.
Bastante podemos encontrar en esta selección de MAGO Editores que incluye nuevas y prometedoras voces, enfa-tizando aquellos géneros escasamente publicados por nuestros días. Quien interiorice las páginas de esta publicación, advertirá en seguida un valor de resistencia, y una escisión del gusto comercial por otro plenamente artístico.
Este primer libro de Óscar Espinoza es un claro intento de reconstruir el refugio del Choapa, de armar un proyecto escritural unitario y, fundamentalmente, de la operación estética para sacar la palabra de su uso común y volverla andamio de la vibración artística.
Lo más arriesgado y lo más valioso de este texto es su deseo de armar un discurso poético propio. Busca que la palabra vibre como un ser nuevo que procura aparecer; y, por añadidura, romper con la planicie del sector. Es un desafío que no siempre se cumple pero, a lo menos, denota un deseo de desborde; valioso, por cierto; ya que sólo hay nueva literatura alejándose de la literatura. Es un texto que contiene promesas, expectativas, y es acumulativo para la obra en desarrollo del autor. Un aleteo fuerte entre la culebra y el colibrí.
Muy raras veces aparecen en un primer libro tanta lucidez feroz en la pasión poética. Tanta intensidad en los desbordes de contención del amor humano como en estos notables poemas. Conmueven al punto de dejar pensando. Poeta y productora cultural, Marcela Reyes Harris, con fecundo trabajo en la poesía regional, destacándose la fundación de la revista literaria Musaraña; creación y dirección del taller de creación literaria Huanta, labor realizada con los internos del centro de cumplimiento penitenciario de la ciudad de La Serena.
La imagen de la portada fue diseñada en especial para este poemario y es creación del artista visual Santiago Gómez Loyola.
Óscar Espinoza Valenzuela es un poeta oriundo de Talcahuano, criado en Coquimbo y que actualmente residente en Illapel. A fines de los noventa fue uno de los fundadores del Movimiento de Creación y Difusión Literaria del Choapa, y ha sido miembro del Centro de Proyección Cultural de esa misma zona de un Norte Chico que de una u otra manera aporta su tonalidad, su viento, su paisaje a muchos de sus escritos.
En esta obra hace una lectura del hoy, de lo cotidiano, de lo extraordinario lo cual permite ahondar en dolores individuales, dolores colectivos, de la tierra misma y de su fauna, objetos guardados bajo siete llaves clandestinas.
En Poema de Chile, Gabriela Mistral trabajó por décadas sin haberlo podido terminar al momento de su muerte. Fue publicado, por primera vez en 1967, diez años después de su fallecimiento en la ciudad de Nueva York.
Después de salir de Chile en el año 1922, la poetisa raramente volvió al país pero sus versos sobre sus montañas y su tierra demuestran el gran cariño y nostalgia por su patria. "¿Qué será de Chile en el cielo?", una frase escrita en el margen de una página de los manuscritos, ejemplifica su profunda y sostenida preocupación por su país y su gente y que integra lo social, espiritual y político. La pulsión que proviene del juego entre el deseo por volver a su tierra y su imposibilidad de hacerlo, que constituye al texto como espacio utópico e íntimo, y destaca sus saberes que conforman un mensaje esperanzador desplazado de los discursos hegemónicos.
La obra recoge poemas inéditos e imágenes del Valle del Elqui. La presencia inicial de Lucila Godoy en la Región de Coquimbo, como maestra, escritora e intelectual, quedó reflejada en significativos aportes pese a su corta edad. La Región tuvo la suerte de tenerla como comprovinciana.
Desde su nacimiento y hasta 1910 anduvo de peregrina por la Región de Coquimbo, y durante ese tiempo se produjeron en Gabriela Mistral algunos de los grandes acontecimientos que marcaron su vida: despertó definitivamente su vocación de escritora y demostró que su producción literaria se alzaba sobre el promedio de sus contemporáneos.