Es un libro arriesgado, que se expone y que logra salir con bien de la verdadera aventura que significa escribirlo y proponerlo al lector. Como un nuevo "Altazor" (personaje), este "Abisal" (personaje), manchado por la sociedad contemporánea, impuro, no mesiánico, explora, en un viaje por los infiernos, el mundo que lo abisma y lo acon-goja “preparándose para morir”… Pareciera que todo nos habla de muerte, que las señales de finitud, de cercanía a un “frío país” se tiñen del negro de los desaparecidos y de los marginados donde Dios no existe y la esperanza, desde el fondo del mar, parece imposible.