El autor para dialogar con las parras se transmuta en vid. Por eso, logra intimar con ellas y decodificar su lenguaje mudo para hacérselo explícito al lector. Por su intermedio las parras hablan y espetan, respetuosamente, sus súplicas al viticultor, al podador y al lector. Así, Carmona Castex se transforma en un puente, en un médium, que ver-baliza las fatigas y las alegrías de las parras.

El registro poético ilumina y potencia a los registros técnico e histórico cultural en los que ha sido escrito. Ello es posible debido a que su autor, posee una experticia en los aspectos técnicos del cultivo de la vid y porque es, además, un sutil conocedor de los aspectos culturales de la viticultura.